¿Cómo la simulación clínica aporta y colabora para mejorar la seguridad de los pacientes?
¿Cómo obtener las competencias necesarias para ser profesional de salud, sin lastimar a los pacientes?
Desde la publicación del trabajo de Brennan, sobre la incidencia de eventos adversos en la atención sanitaria, donde se encontró que estos se producían en un 3,7% de los pacientes y que un 14% de ellos contribuían a la muerte, se produjo una gran controversia en los sistemas de salud. Los 3 eventos más frecuentemente notificados fueron: complicación de cirugía o procedimiento, error de medicación y retraso diagnóstico. Se constató que la atención en sí misma es capaz de causar daños al paciente.
La seguridad del paciente y clínica, entendida como la atención sanitaria a los pacientes sin riesgo de incidentes y eventos adversos, es uno de los principales desafíos de los sistemas sanitarios. En los últimos años y sobre en la actualidad, se han visualizado importantes esfuerzos por parte de todas las diferentes organizaciones a nivel de temática salud para la mejora de la seguridad hasta ir generando políticas de mejora e impacto en la calidad asistencial, desarrollando recomendaciones y múltiples estrategias orientadas a la prevención, la detección y la disminución de los sucesos adversos, así como al análisis de sus orígenes, al aprendizaje de los errores y a la formación de los profesionales tanto a nivel de formación en pregrado, postgrado y educación continua.
Los profesionales del área salud desde sus diferentes disciplinas han logrado constatar que, para garantizar una correcta calidad de los cuidados y la seguridad de los pacientes, son ineludibles nuevos modelos educativos. La necesidad de practicar sin riesgo para los pacientes, la incorporación de nuevos protocolos de acción, nuevas técnicas de diagnóstico y tratamiento, el abordaje multidisciplinar del cuidado de los pacientes, obliga a un cambio de paradigma, hacia una nueva visión de la enseñanza de los equipos en salud.
¿Cómo se inserta actualmente la simulación clínica?
La simulación clínica surge, así como una herramienta docente de prioritaria magnitud y posicionamiento, siendo una herramienta de aprendizaje cuyo objetivo principal es la adquisición de competencias entrenando en un ambiente lo más parecido posible al contexto real. Intrínsecamente relacionada con la simulación clínica está la seguridad del paciente ya que con este entrenamiento no sólo se aprenderá el modo de actuar ante una situación sino también un procedimiento de actuación seguro para el usuario.
El aprendizaje mediante simulación clínica se utiliza para el entrenamiento y la formación de los estudiantes que cursan carreras del área salud, así como para la educación continua de profesionales en nuevos procedimientos y tecnologías. Para que la simulación clínica sea una adecuada herramienta en la adquisición de competencias es necesario que cumpla y considera ciertas exigencias, entre los que cabe destacar un plan de estudios riguroso asociado y alineado a la metodología como tal, una adecuada preparación de los formadores (docentes) y equipo técnico, que la simulación sea lo más parecida a la realidad tanto a nivel de insumos, equipamiento y casos, que se realicen el número suficiente de prácticas repetitivas de la técnica que es necesario aprender y que la evaluación de los resultados esperados sea la adecuada para cada asignatura y perfil de egreso estipulados. Promueve un aprendizaje global, dentro de un entorno lo más realista posible.
Las prácticas clínicas actuales son actividades en constante evolución; la compleja mezcla de procesos, tecnologías e interacciones humanas que se dan en la atención a los usuarios, hacen de esta un área de potencial y completo riesgo, lo que supone puede tener repercusiones no solo clínicas, sino también económicas, sociales y sobre todo en la salud. Generalmente, las competencias desarrolladas mediante la simulación están dirigidas a la práctica de técnicas diversas que se realizan en enfermería, obstetricia, emergencias, anestesia, unidades de paciente crítico, etc. Pero la simulación no sólo se utiliza para la adquisición de competencias técnicas, sino también para la adquisición de otras competencias como las genéricas, por ejemplo, el trabajo en equipo, las relacionadas con la comunicación efectiva con los pacientes, así como la comunicación entre los miembros de los equipos de trabajo y de los diferentes equipos multidisciplinarios que colaboran entre sí. Las consecuencias de una práctica clínica en los diferentes contextos reales, sin un refuerzo ante un escenario similar y de forma repetitiva, asociados a los diferentes casos clínicos presentados pueden tener efectos adversos que pueden ir desde lesiones hasta inhabilidad o muerte del paciente. Para evitar los efectos adversos se deben desarrollar sistemas y procesos dirigidos a reducir la aparición de fallos en el todo el proceso de la atención, del sistema, asimismo, de los errores de las personas, aumentando y mitigando sus consecuencias de los fallos que puedan existir. Para realizar de forma correcta el cuidado y garantizar la seguridad de los pacientes es necesario practicar sin riesgo para ellos
¿Cómo puede impactar esta metodología en beneficio de los usuarios?
Como consecuencia del entrenamiento previamente realizado en la simulación clínica, el margen de error humano se verá reducido, influyendo de forma directa en la seguridad del paciente ya que la simulación clínica está intrínsecamente relacionada con el principio ético de “no maleficencia”, puesto que cuando los profesionales de salud realicen las maniobras en situaciones reales ya las habrán perfeccionado mediante la simulación. La simulación clínica destaca como una herramienta idónea para la formación de las carreras del área salud, que no solamente requieren de conocimientos teóricos y prácticos, sino la adquisición de competencias relacionadas con la seguridad del paciente. Con la simulación se pueden realizar una y otra vez las repeticiones necesarias para el aprendizaje de una técnica sin el resultante daño al paciente. El abordaje de este tipo de enseñanza abarca un amplio campo de actuación, ya que permite la recreación de la situación a entrenar como del método a aplicar, lo que va a permitir un ensayo generalizado de toda la secuencia de actuación o de parte de ella, en la cual se requiera enfocar para la prevención de eventos adversos, adquisición de una técnica nueva o compleja, manejo de recurso en crisis por equipos multidisciplinarios, entre otras con un aprendizaje global, dentro de un entorno lo más realista posible.
Cabe enfatizar que la simulación clínica sirve como un instrumento complementario a la formación y no como un completo suplente de las prácticas clínicas reales, aunque sí es cierto que puede brindar la oportunidad a todos los estudiantes de tener experiencias en condiciones extremas tanto para casos de abordajes complejos y simples. Permitiendo estudiar diferentes tipos de actuaciones y las consecuencias de estas, tanto positivas como negativas. De ahí que no sólo se aprende el modo de actuar ante una situación, sino el modo más correcto con el menor perjuicio para el paciente y sus posibles consecuencias, en un entorno seguro tanto para el paciente como para los estudiantes.
Por ello podemos concluir y considerar que la Simulación Clínica permite un aprendizaje totalmente integrador, con mayor autonomía, menor aprensión a equivocarse, es capaz de proteger el entorno clínico y al paciente. La Simulación Clínica configura una excelente estrategia de aprendizaje, fortalece el desempeño profesional, generando seguridad, disminución y prevención de eventos adversos.
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