Descripción
Historia clínica: Una mujer de 73 años ingresó con hemiplejia izquierda de nueva aparición. Al interrogatorio posterior, reveló un historial de 3 meses de dolores de cabeza, náuseas y deterioro del equilibrio. La tomografía computarizada del cerebro reveló un tumor cerebral inoperable. Murió 1 semana después de ser admitida.
Patología: Esta muestra de cerebro es una sección coronal. En el lóbulo temporal derecho, se presenta un tumor mal delimitado. Hay agrandamiento de los hemisferios y aplanamiento del patrón de giro. En la cara posterior de la pieza se aprecia hernia subfalcina* y el tumor aparece menos diferenciado con focos hemorrágicos y necróticos. La histología de este tumor mostró un astrocitoma, Grado III/IV.
*En la hernia subfalcina (o cingulada), el tipo más común de hernia cerebral, la parte más interna del lóbulo frontal se empuja debajo de la hoz del cerebro, entre los dos hemisferios del cerebro.
Más información: Los gliomas son el segundo cáncer más común del sistema nervioso central después de meningiomas. El término “glioma” se refiere a tumores que son histológicamente similares a las células gliales normales, es decir, astrocitos, oligodendrocitos y células ependimales. Surgen de una célula progenitora que se diferencia por una de las líneas celulares. Los astrocitomas se desarrollan a partir del linaje de astrocitos de las células gliales.
Los tumores se clasifican según la diferenciación histológica y varían desde astrocitoma difuso (Grado II/IV) hasta astrocitoma anaplásico (Grado III/IV) y glioblastoma (Grado IV). Las características histológicas incluyen el citoplasma eosinófilo prominente en algunas células tumorales astrocíticas (gemistocitos), así como un fondo fibrilar.
Los astrocitomas ocurren con mayor frecuencia entre la cuarta y la sexta década de la vida. Los tumores generalmente ocurren en los hemisferios cerebrales, pero también pueden ocurrir en el cerebelo, el tronco encefálico o la médula espinal. Se presentan con mayor frecuencia con convulsiones, dolores de cabeza, náuseas y déficits neurológicos focales según el área involucrada. Sin tratamiento, la mediana de supervivencia de grado III es de 18 meses. El tratamiento incluye resección quirúrgica, radioterapia, quimioterapia o una combinación de ambos, según el contexto clínico.